Estoy seguro de que conocí Bitcoin en 2013.
Bueno, más o menos…
La evidencia más vieja que tengo de estar en el criptomundo es una foto de cumpleaños en la que se puede ver una torta que pedí que me decoraran con el símbolo de Bitcoin. La decoración la pedí en referencia a que tenía casi un año en bitcoinlandia y a que estaba convencido de que allí quería seguir. Lo sé, súper cursi, pero terminó siendo útil como marca de tiempo…
Así que formalmente evito decir que entré al ecosistema en 2012, pero es posible que ese fuese el año en el que comencé a coquetear con Bitcoin, ver documentales sobre gente usándolo, etc.
De hecho, tengo una anécdota de antes de eso.
Creo que fue en 2011 cuando navegando en busca de formas de ganar dinero viendo publicidad me encontré un sitio que pagaba en Bitcoin.
Entré a Wikipedia a leer sobre qué era esa moneda digital, luego chequee el precio (si mal no recuerdo… 11 usd) y me dije a mí mismo que no quería eso, “quiero Paypal”. Cerré la pestaña y me olvidé “del bitcoin ese”; luego de un par de años me encontré con la noticia de que había tocado los 1.000 usd (¿será por eso que odio PayPal?).
Ok, quería contar esto, pero el punto es que eso fue hace mucho tiempo, y realmente me siento raro al tener que admitir que han pasado 8 años.
Han pasado muchas cosas desde que entré a este mundo, pero hay una sobre la que quería hablarte. Quiero contarte que estoy ARREPENTIDO.
Durante mis primeros años en Bitcoin le dediqué mucho a probar apps, visitar faucets, etc. Fui reuniendo pequeñas cantidades (y lo digo en serio, muy pequeñas) y a pesar de eso fue en general una época muy bonita.
No fue hasta 2016 cuando encontré algo decentemente remunerado. Comencé a escribir para elbitcoin.org y también publiqué un par de posts en bitcoinvenezuela.com. Recuerdo con cariño artículos como "El satoshi como unidad de cuenta cotidiana" y "Cosas a considerar si valoras tus bitcoins", no solo porque fueron los primeros por los que recibí un pago, sino porque el dueño del sitio, Majamalu (un suscriptor de esta lista de correo, por cierto) me enseñó a prestarle atención a mis errores ortográficos.
Luego de eso he sobrevivido puramente de criptos, y para ser sincero no me arrepiento de la utilidad que me han aportado. Es más, luego de haber probado las criptomonedas el sistema tradicional me parece cavernícola.
Trabajé como consultor en un par de proyectos cripto, he sido ghost writer, beta tester e incluso viví un tiempo de las propinas que me caían en yours.org y Reddit por hacer contenidos sobre el tema...
Pero el año pasado me di cuenta de que algo me faltaba:
No apliqué algo que recomendé durante todos estos años y vi las consecuencias. Y como ya he aplicado medidas correctivas me gustaría contártelo para que aprendas de mis errores.
¿Qué hice mal desde 2013 hasta 2020?
No mantuve una disciplina de inversión.
Intenté en varias ocasiones guardar una parte de las criptos que recibía como pago, pero siempre había una nueva excusa. Hasta que durante 2020 realmente me planteé la idea de comprar una casa, y tras analizar cuanto tardaría en alcanzar esa meta (lo veo lejos) me di cuenta de algo que nunca me había preguntado seriamente: si hubiera guardado solo un 10% habría tenido suficiente para eso... e incluso me habría sobrado algo de dinero.
(Piénsenlo, viví la época de Bitcoin-BTC en 200 USD)
Así que estoy arrepentido. Pero también aprendí lo importante que es la disciplina, porque no es que no lo haya intentado. ¡¡NO TUVE LA CAPACIDAD DE ENTENDER QUE EL FUTURO DEL QUE HABLABA ERA ASÍ DE REAL!!
¿Qué hice desde que me di cuenta?
La verdad no estoy aquí para decirte que hacer. No te voy a señalar cantidades o porcentajes que debas aplicar, y menos qué criptomoneda deberías atesorar. Creo que la reflexión que te estoy enviando tiene valor más allá de esos detalles. Pero te puedo decir que lo que hice fue comenzar a guardar una parte de todos mis ingresos en criptomonedas que me gustan o que considero que tienen potencial (BCH principalmente).
De hecho, mi "secreto" (y me ha servido desde que comencé a aplicarlo) es guardar una parte pequeña. Comencé con 1%, luego 5% y actualmente 10%. Porque el punto no es lo mucho o poco que guardes. El punto es que no lo gastes ni lo conviertas en stablecoins. Date la oportunidad de asumir el riesgo y estar dispuesto a recibir las recompensas por tus buenas decisiones. Y si llegas a gastar una parte (¡solo una pequeña parte eh!) anótalo en cripto y devuélvetelo PRONTO con un INTERÉS ✌
Imagina que ese pequeño tesoro es una especie de fondo o empresa con su propio objetivo, y que te está prestando dinero, y piensa en ese interés como la motivación para devolverlo, porque al hacerlo habrás avanzado. Piensa así y el éxito de eso seguramente jugará en tu propio beneficio.